Redactar un artículo destinado a su publicación en línea exige actualmente la implementación de una serie de estrategias con el fin de garantizar su indexación por parte de los motores de búsqueda. No es suficiente que se trate de un tema de relevancia social o que esté escrito de manera impecable; las plataformas de información imponen a los redactores y/o periodistas nuevas directrices que deben seguir. En este artículo, nos adentraremos en el mundo de la redacción SEO (Search Engine Optimization) para explorar todas las estrategias recomendadas que permitirán optimizar estos contenidos y, de esta manera, competir eficazmente en el vasto océano digital que es la web.
Es esencial destacar que el tema que trato aquí no es en realidad algo novedoso. La célebre afirmación de Marshall McLuhan, «el medio es el mensaje«, de alguna manera nos coloca directamente en el tema que deseo abordar. Es innegable que las plataformas por donde escribimos de alguna forma determinan la técnica redaccional, hoy los motores de búsqueda y la web influyen de manera significativa en las formas en que leemos y escribimos en la era de las pantallas.
Con la frase clave en el titulo
En la técnica clásica del periodismo, véase la pirámide invertida, se recomienda comenzar por el título de la información. Digamos que el título, dependiendo de que elemento queremos destacar, nos define el resto de la información. Las buenas prácticas de redacción SEO indican que el titulo debe contener la palabra clave o frase clave de enfoque.
La palabra o frase de enfoque es aquella con la que deseamos clasifique nuestro artículo en los resultados de búsqueda. Se supone que ese término o frase es el producto de una investigación previa de intensión de búsqueda y que nos dará pistas de la frase que usan las personas cuando buscan un tema en la web.
El tamaño del título es importante, no debe ser muy largo para que se vea en un primer pantallazo en los resultados del buscador. Se recomienda no más de 55 caracteres.
Existen otros detalles que hilan muy fino en la literatura SEO sobre titulares. Por ejemplo, se dice que Los titulares con un 20-30% de palabras comunes son más propensos a recibir clics. Otras sugerencias apelan a lo emocional, o lo que han llamado “frases potentes” o “infecciosas”. Estas son aquellas que despiertan enojo, ansiedad, miedo, alegría, lujuria, sorpresa, choque o contrariedad, esto último no sé si aplica, dependerá del estilo del medio o del redactor. Pero lo cierto es que lo que apela a los sentimientos es muy exitoso en las plataformas digitales.
Utilice la frase clave en la entradilla (leads)
Siguiendo con la técnica periodística, después del título lo siguiente que hay que escribir es el lead o la entradilla, aca se resumen (según la formula de las 5W) los elementos más importantes del artículo. Para el SEO en la entradilla también se debe incluir la frase clave.
“Los lectores no son los únicos a quienes debes cortejar con la introducción. A los motores de búsqueda también les gusta «leer» las introducciones. Incluir tu frase clave de enfoque al comienzo de tu texto es como darles pistas a los motores de búsqueda sobre el tema de tu publicación. Además, Google a veces utiliza el primer párrafo para crear una meta descripción. Así que te harás un gran favor al incluir tu frase clave de enfoque al principio.” Reseña el blog de Yoast
Enlaces internos en el texto
Para ayudar a posicionar una página web hay que colocar dos tipos de enlaces: enlaces salientes y enlaces internos. Los enlaces salientes son auqellos que van desde tu texto hacia otros sitios en la web. Se recomienda por lo menos tener un enlace saliente. Los enlaces salientes sirven para vincular adecuadamente con las fuentes y contribuye a la experiencia, experticia, autoridad y confiabilidad (EEAT) percibidas del contenido.
Los enlaces internos en cambio son aquellos que vinculan el contenido hacia otras páginas dentro del mismo site. Le proporcionan a Google señales de como esta estructurado el sitio. Pueden establecer una jerarquía en el sitio, indicando que notas son importantes y cuáles no. Google sigue los enlaces para descubrir contenido en sitios web y clasificarlos en los resultados.
De acuerdo con un artículo publicado en Moz.com, los motores de búsqueda tienen un límite de rastreo de aproximadamente 150 enlaces por página. Matt Cutts de Google escribió en su blog que recomienda mantener los enlaces (internos y externos) en una página determinada a menos de 100. La verdad no se si las referencias señalan a sitios web o a páginas, pero yo creo que si trata de artículos en el blog, o noticias en tu web, todo dependerá también de la extensión del texto, si escribimos corto no podemos abrumar a los lectores con muchos enlaces, recomendaría entre tres y cinco enlaces internos y unos 2 externos si la información lo requiere.
Texto ancla para las referencias
Colocar enlaces internos a referencias o documentos de apoyo de un artículo pareciera trivial, pero no lo es. Se denomina texto ancla al texto que nos conduce a esas referencias mediante un enlace. Por mucho tiempo editores y periodistas cometen el error de utilizar frases como: “vea aquí la entrevista completa”. “Haga clic aquí para descargar el documento”. Estas referencias genéricas no agregan ningún valor al SEO de la página y constituye una mala práctica, ya que el texto ancla debe darle señales a los lectores y a los motores de búsqueda de lo que van a descargar o el contenido que van a ver a continuación.
El blog de Moz hace algunas distinciones y clasificaciones del texto ancla: donde destacan el de “concordancia exacta si incluye una palabra clave que refleja la página a la que se vincula. Por ejemplo: ‘construcción de enlaces’ que enlaza a una página sobre construcción de enlaces. Texto ancla que incluye una variación de la palabra clave en la página vinculada. Por ejemplo: ‘estrategias de construcción de enlaces’ que enlazan a una página sobre construcción de enlaces.
Puede usarse también un nombre de marca como texto de anclaje. Por ejemplo: enlace ‘Moz’ a un artículo en el Blog de Moz. Una url que se utiliza como ancla. Por ejemplo: ‘ www.moz.com ‘ es un ancla de enlace simple”.
Uso de intertítulos en el cuerpo
Los intertitulos indican a los lectores de que va el próximo párrafo de un texto. Si realizamos bloques de texto (ladrillos de texto) la gente no sabrá que esperar. Esto funciona exactamente igual para los motores de búsqueda.
Se ha demostrado que las personas no leen los textos en las pantallas, escanean. Esta es una forma de interactuar con los contenidos que les permite de un vistazo hacer una lectura no lineal. Los lectores de pantalla se detienen en aquellas partes que más les llama la atención. Si los textos no tienen esa estructura, el scaneo no se puede realizar.
Los intertítulos deben contener la frase clave de lo que tratará el párrafo siguiente, esta es una señal SEO que le da pistas a los buscadores (y a los lectores también) para indexar esos fragmentos o párrafos como si fueran unidades de contenido. Se recomienda que por cada 300 palabras se coloque un intertítulo.
Cuál debe ser el tamaño de los párrafos
La técnica de redacción SEO ha desarrollado una serie de parámetros que de seguro no se enseñan en ninguna escuela o facultad de periodismo, claro siempre estamos hablando de escribir para pantallas. Ahí vamos:
En primer lugar, la teoría dice que debemos evitar que los usuarios gasten mucha más energía cuando se enfrentan a una página de párrafos largos y sin intertítulos, de eso ya hablamos, pero si es bueno recalcarlo.
Las oraciones y párrafos largos son más difíciles de procesar, se recomienda un máximo de 150 palabras por párrafo y cada 300 palabras, (ya lo dice más arriba) un intertítulo. También se dice que las oraciones no deben estar formadas por más de 20 palabras. Se espera que el 65% de las oraciones dentro de un artículo cumplan con esa regla. De hecho, existen programas SEO que miden la legibilidad basándose en estas métricas.
De seguro que escribir un texto basado en todas estas premisas al principio podría ser difícil, pero existen aplicaciones que ayudan o van guiando a los redactores a ir cumpliendo con ellas. En especial si se escribe para un medio que se publica en la web. Más adelante dejaré algunas pistas de las aplicaciones que nos podrían ayudar a convertirnos en redactores SEO, pero esto será motivo de una próxima entrega.
